mi abuelo y sus años
duermen sobre el firme colchón
de espuma de alta densidad
y sus veintitrés centímetros
cuántos centímetros
separan el dormir la siesta
de dormir la muerte
hasta cuándo los separarán
dejo golpear la puerta del pasillo
lo escucho renegar de su nieta
y festejo
todos y cada uno
de esos veintitrés centímetros
COMO LA CIERVA SEDIENTA
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y llegó el verano para penetrar en sus fisuras y
ser por fin una noticia nueva
Rita Kratsman
los plátanos de la calle en noviembre
vuelven a llenarse...
2 comentarios:
Muy bueno nati!
saludos desde la siesta entrerriana...
los centímetros de distancia (como si fuera poca cosa) que nos separan de nuestra propia muerte...
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